Hoʻoponopono (ho-o-pono-pono) es un arte hawaiano muy antiguo de
resolución de problemas basado en la reconciliación y el perdón.
Los hawaianos originales, los
primeros que habitaron Hawái solían practicarlo. Morrnah Nalamaku Simeona (19
de mayo de 1913 - 11 de febrero de 1992) nos trajo estas enseñanzas y las
actualizó para los tiempos modernos.
Existen otras prácticas de perdón
similares en islas de Oceanía como Samoa, Tahití y Nueva Zelanda.
Tradicionalmente, el ho'oponopono es practicado por sacerdotes de curación o "kahuna au" entre los
miembros de la familia de una persona que está físicamente enferma. Las
versiones modernas se llevan a cabo dentro de la familia por el miembro de más
edad, o por el propio individuo.
Antecedentes Polinesios
En muchas culturas polinesias se
cree que los errores de las personas (llamados "hara" o
"hala") provocan enfermedades. Algunos creen que los errores enojan a
los dioses, otros que atraen a dioses malevolentes y otros más creen que la
culpa causada por los errores les enferman. "Aunque en la mayoría de los
casos, ritos específicos 'desata-errores' pueden ser llevados a cabo para
expiar dichos errores y así disminuir su acumulación".
Entre las islas de Vanuatu en el Pacífico Sur de Oceanía las personas creen que las enfermedades
son causadas por malas conductas sexuales o ira. "Si permaneces enojado
por dos o tres días te enfermas", dijo un hombre de ese lugar. La terapia
que contrarresta ésta enfermedad es la confesión. El paciente o algún miembro
de su familia pueden confesarse, si nadie confiesa el error el paciente puede
morir. El pueblo Vanuatu creen que mantenerlo en secreto es lo que le da poder
a la enfermedad. En cuanto el error sea confesado pierde su poder sobre la
persona.
Como muchos otros isleños,
incluyendo a los hawaianos, el pueblo de Tikopia en las Islas
Salomón y en Rarotonga en las Islas Cook, creen
que los pecados del padre caerán sobre sus hijos. Si un niño está enfermo se
sospecha que sus padres se pelean o tienen mala conducta. Además de enfermedad,
el desorden social puede causar que la tierra sea estéril u otros desastres. La
armonía puede ser restablecida únicamente con una confesión y una disculpa.
En Pukapuka se acostumbraba
confesar a los pacientes para determinar el curso de acción apropiado con el
fin de sanarles.
Existen tradiciones similares en
Samoa , Tahití y entre los maoríes de Nueva Zelanda.
Práctica
tradicional
“Hoʻoponopono” se define en el diccionario hawaiano como “higiene
mental: conferencias familiares en donde las relaciones se corrigen a través de
la oración, discusión, confesión, arrepentimiento, compensación mutua y el
perdón" Literalmente, hoʻo es un vocablo utilizado para convertir en verbo al sustantivo
siguiente. En éste caso transforma en verbo al sustantivo "pono", que es definido como
"bondad, rectitud, moralidad,
cualidades morales, procedimiento apropiado o correcto, excelencia, bienestar,
prosperidad, beneficio, condición verdadera o natural, deber, adecuado, propio,
justo, virtuoso, equitativo, beneficioso, exitoso, en perfecto orden, preciso,
correcto, facilitado, aliviado, deber, necesario."
Ponopono es definido como “enderezar; poner en orden o en forma, corregir,
revisar, ajustar, enmendar, regular, arreglar, rectificar, ordenar, arreglar
ordenada o pulcramente.”
La prominente erudita hawaiana Mary Kawena Pukui escribió que era una costumbre en el Hawai antiguo y esto se apoya en historias tradicionales de ancianos hawaianos
contemporáneos. Pukui (nacida en
1895), comenzó a registrar observaciones y experiencias de su infancia en su
libro publicado en 1958. El escritor Max Freedom Long, quien vivió en Hawaiʻi de
1917 hasta aproximadamente 1926, documentó hoʻoponopono tradicionales tal como
los celebraban las familias hawaianas, en su libro publicado en 1936.
A pesar de que la palabra
“hoʻoponopono” no fue usada, algunos de los primeros historiadores hawaianos
documentaron una creencia en la que enfermedades eran causadas por romper kapu, o leyes
espirituales, y que la enfermedad no podía ser curada hasta que quien la
sufriera hubiera expiado esa transgresión, frecuentemente con la asistencia de
un sacerdote que oraba (kahuna pule) o un sacerdote sanador (kahuna lapaʻau). Se buscaba el perdón
de los dioses o de la persona
con quien hubiera una disputa.
Pukui lo describió como una
costumbre en donde los miembros de una familia se reunían con otros miembros de
su familia no tan inmediatos donde "ponían en orden" relaciones
familiares disfuncionales. Algunas familias se reunían diaria o semanalmente,
para prevenir que surgieran problemas Otros cuando
alguna persona se enfermaba, creyendo que la enfermedad se debía a la tensión
de la ira, culpa, recriminaciones y falta de perdón. Kupuna Nana Veary escribió que cuando cualquiera de los niños en su
familia se enfermaban, su abuela preguntaba a los padres: "¿Qué han
hecho?". Creían que solamente se curaría con el perdón entero de la
familia completa.
Hoʻoponopono corrige, restaura y
mantiene buenas relaciones entre los miembros de la familia y sus dioses o Dios
al llegar a las causas y origen del problema. Generalmente el miembro más
antiguo de la familia las conduce. Él o ella reúnen a la familia, si la familia
no puede resolver algún conflicto involucran a alguien ajeno a quien respeten.
El proceso comienza con oraciones.
Se hace una declaración del problema y se discute la transgresión.Se espera que
los miembros de la familia resuelvan los problemas y cooperen, no que se
aferren a los errores cometidos. Se toman uno o más momentos de silencio para
reflexionar en el enredo de emociones y lesiones. Los sentimientos de todos son
tomados en cuenta. Después se confiesan, arrepienten y perdonan. Todos liberan
("kala") al otro, lo sueltan. Se desprenden del pasado (ʻoki),
y juntos concluyen el evento con un festín ceremonial llamado "pani"
que frecuentemente incluye comer limu kala o alga kala, que simboliza la liberación.
En una variante usada por la
familia de kahuna Makaweliweli de la isla de Molokaʻi, la finalización del hoʻoponopono
se representa dándole a la persona perdonada una lei (Hawaii) hecha de la fruta
del árbol de hala.
“La tía” Malia Craver, que trabajó
en los Centros infantiles de la Reina Liliʻuokalani (QLCC por sus siglas en
inglés, Queen Lili Children's Centers) durante más de 30 años, enseñó cursos de
hoʻoponopono tradicional. El 30 agosto de 2000, habló en las Naciones Unidas
acerca de ello.
Usos modernos
Aplicaciones tradicionales
A finales del siglo XIX, las cortes
de Hawai comenzaron a ordenar que los jóvenes y adultos que delinquieran
trabajaran con un anciano que conduciría un hoʻoponopono para sus familias,
como una forma alternativa de resolver sus problemas. El hoʻoponopono es
realizado en la forma tradicional, sin intervención de la corte, con un
practicante elegido por la familia de una lista de proveedores aprobada por la
corte.
Algunos practicantes nativos
proveen hoʻoponopono a clientes que de otra manera buscarían orientación
familiar
Liberación de Karma
En 1976 Morrnah Nalamaku Simeona, considerada como una
sacerdotisa sanadora o kahuna lapaʻau, adaptó el
hoʻoponopono tradicional, de perdón familiar mutuo, a las realidades sociales
de nuestros días. Para ello lo extendió tanto a un proceso de resolución para
problemas sociales en general fuera de la familia como a una auto-ayuda
psico-espiritual, en lugar de a un proceso grupal.
La versión de Simeona está
influenciada por su educación cristiana (protestante y católica) y sus estudios
filosóficos sobre la India, China y Edgar Cayce. Como en
las tradiciones hawaianas, ella enfatiza la oración. Y a diferencia de las
tradiciones hawaianas, ella describe los problemas como los efectos de Karma negativo, diciendo que "tienes que experimentar por ti mismo lo
que le has hecho a otros" y tú eres el creador de tu vida y de tus
circunstancias. Cualquier acto incorrecto es memorizado dentro de uno mismo y
reflejado en cada entidad y objeto que estuvo presente cuando la causa ocurrió.
Como las leyes de causa y efecto predominan en todo lo vivo y todas las vidas,
el propósito de su versión es principalmente "liberar experiencias
infelices y negativas en reencarnaciones pasadas y resolver y quitar traumas de
los 'bancos de memoria'.” Las ataduras kármicas entorpecen la evolución mental,
por lo cual "la limpieza (kármica) es un requisito para la expansión de la
conciencia." El usar su
proceso de 14 pasos disolvería esas ataduras. Ella no utilizó mantras ni ejercicios de condicionamiento.
Sus enseñanzas incluyen: hay un
Creador Divino que se ocupa de los motivos altruistas de los hombres,
"cuando la frase 'así sea' es usada después de una oración, quiere decir
que el trabajo del hombre termina donde comienza el de dios" La ‘auto identidad’ significa por ejemplo que durante el hoʻoponopono
hay tres yoes o aspectos de la conciencia equilibrados y conectados con el
creador divino. Distinto a las oraciones egoístas, las "oraciones
altruistas como el hoʻoponopono, donde también se reza por la liberación de
otras entidades y objetos, alcanzan el plano divino o cosmos gracias a sus
altas vibraciones. Desde ese plano la energía divina o mana vendría"lo que
transformaría la parte dolorosa de la memoria de malas acciones en todos los
participantes en "luz pura", en cualquier plano en que existan;
"todos son liberados" Mediante esta
transmutación mental los problemas pierden la energía para efectos físicos y la
sanación o equilibro comienzan. En ese sentido, el mana de Simeona no es el
mismo Mana al que se
refieren tradicionalmente las creencias polinesias.

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